Esta mañana he estado en el Update7 de Barcelona. Organizados semestralmente por Infonomía, los «Updates» se definen como «una síntesis ágil de las mejores ideas, experiencias, tecnologías y proyectos de negocio en el mundo, para entender lo que va a ocurrir en los próximos meses.»
Como es habitual en estos encuentros, Alfons Cornella y Antonella Broglia nos bombardearon durante dos horas con diez ideas inspiradoras que abrieron nuestra mente a lo que nos trae un futuro en ocasiones más próximo de lo que pensamos.
En esta ocasión hablaron del «hambre de tiempo» que nos provoca un entorno infoxicado, y de las oportunidades que esto representa para soluciones tecnológicas o sociales que permitan aumentar nuestra productividad personal.
Nos explicaron la tendencia hacia ciudades autoadaptativas, que se conocen a sí mismas y que, a partir de ese autoconocimiento, son capaces de renovarse;
las posibilidades de reprogramar la naturaleza, desde hongos y bacterias que se coman nuestros desechos a la producción de células madre a partir de la programación de otras normales;
y el desarrollo de las técnicas de visualización de información en un contexto en que la capacidad de manejar y tratar una gran cantidad de datos es crítica para la competitividad de las empresas.
En cuanto a las tecnologías emergentes el futuro parece estar en los gadgets: instrumentos que miden las reacciones de las personas a partir de sus ondas cerebrales, cursores «mentales», smartphones que controlan nuestra salud, o una piel artificial inteligente.
También nos presentaron una panorámica de las principales conferencias del semestre, como la de Tim Harford en que explica por qué el futuro es la gestión adaptativa y por qué todo acierto empieza con un error.
Asimismo nos hablaron de como el software se está comiendo el mundo y se ha convertido en la nueva lingua franca, aunque, hoy por hoy, el sistema educativo no lo reconozca;
del caso de Brasil, con un modelo de crecimiento social que le diferencia claramente de los demás BRIC’s; o de la revolución de los sistemas de pago.
Y para acabar un libro: The Filter Bubble, en el que Eli Parisier se rebela frente a la práctica de los buscadores de Internet de proporcionarnos lo que creen que nos gusta, generando un universo informativo personalizado, pero carente de la diversidad que puede hacer de la Red un potenciador del debate y la democracia.
En el siguiente enlace podéis encontrar un resumen del evento en Storify a partir de los tuits escritos por algunos de los asistentes.