Strategy & Focus ha presentado su «Libro blanco de la dirección estratégica en España (2007-2009)». Me llama la atención la segunda parte de este estudio, dedicada al futuro de la dirección estratégica y que se puede resumir en el siguiente decálogo:
- Del entorno sólo podemos esperar más cambios y más complejidad.
- La orientación al cliente, la tecnología, las personas y la comunicación tomarán un papel relevante dentro de la estrategia.
- El éxito de una empresa dependerá de que defina una estrategia clara, planifique adecuadamente, disponga de propuestas de valor diferenciadas pero, sobre todo, de cómo ejecute esa estrategia.
- Es de prever una tendencia hacia una mayor descentralización de las organizaciones.
- También proliferarán sistemas de gestión más complejos, más completos, aunque no necesariamente más complicados.
- Los directivos deberán dedicar más tiempo al pensamiento estratégico, pero también a la «ejecución estratégica».
- La gestión de las barreras al despliegue, alineamiento y seguimiento de la estrategia se convertirá en una prioridad.
- Equipos de dirección efectivos, un liderazgo inspirador y participativo y la gestión eficiente del talento serán otras de las claves de la dirección estratégica en los próximos años.
- La retroalimentación de la estrategia será también crucial para conservar el rumbo en un entorno incierto y dinámico.
- Las organizaciones que no sean capaces de adaptarse a su entorno acabarán desapareciendo.
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