Colabora, compite, cambia, mantén el orden, piensa localmente, piensa globalmente, maximiza resultados, desarrolla a las personas … ¿Desesperado por la necesidad de reconciliar un sin número de prioridades aparentemente contradictorias ?
A veces puede parecer imposible pero en realidad no lo es. Un reciente artículo de Jonathan Gosling y Henry Mintzberg publicado en la Harvard Business Review explica como podemos superar con éxito estas situaciones si combinamos adecuadamente cinco diferentes mentalidades («mind sets»):
Gestionarnos a nosotros mismos es cosa de nuestra mentalidad reflexiva («reflective mind-set»). Nos permite contemplar situaciones habituales desde perspectivas diferentes y facilita la producción de ideas innovadoras.
Gestionar la organización depende de nuestra mentalidad analítica («analytical mind-set»). Es la que nos permite despiezar la complejidad de los problemas y asegura que nuestras decisiones se fundamenten en datos sólidos (tanto cuantitativos como cualitativos).
Gestionar nuestro entorno es tarea para nuestra mentalidad global («worldly mind-set»). Nos aporta apertura mental y referencias para funcionar con eficacia con personas y en contextos diversos.
Gestionar relaciones es responsabilidad de la mentalidad colaboradora («collaborative mind-set»). Facilita el establecimiento y desarrollo de relaciones entre individuos.
Finalmente, la gestión del cambio es para nuestra mentalidad de acción («action mind-set»), que nos da la energía necesaria para crear y ejecutar los mejores planes para lograr nuestras metas y movilizar a los demás a la acción.
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