11 diciembre 2008

Cárgate a Pepe

por Santi Garcia

Guy Kawasaki, director de Garage Technology Ventures, articulista y autor de varios libros, publicaba hace unos días en Openforum una entrada titulada «el arte de despedir empleados» («the art of laying people off»).

En el contexto económico actual, tras años de bonanza, numerosas empresas necesitan recurrir a despidos para preservar su futuro, pero algunos directivos tienen dudas acerca de la mejor forma de abordar un tema tan delicado. Kawasaki les ofrece los siguientes doce consejos:

1.- Nada de «balones fuera». Asume la responsabilidad de la decisión. La decisión la has tomado tú, no «la crisis».

2.- Si hay que hacer un ajuste en la plantilla que sea profundo, pero de una sola vez.

3.- Actúa rápido. Evita (en la medida que te lo permita la normativa aplicable) esa etapa de incertidumbre en que «la empresa está considerando la posibilidad de despidos».

4.- Aprovecha para hacer limpieza. Diferencia (de nuevo en la medida que te lo permita la legislación aplicable) los buenos empleados de los malos.

5.- Cárgate a Pepe (Whack Teddy). Es posible que hayas contratado a tu amigo Pepe, o a un amigo de tu amigo. Debes despedirles. Todo el mundo está pendiente de qué pasa con Pepe.

6.- Comparte el dolor. Ya sea reduciendo tu salario, pernoctando en hoteles más baratos, o compartiendo recursos. Lo que sea, pero haz algo.

7.- Muéstrate coherente. Si se trata de proteger la caja, las indemnizaciones que ofrezcas a los empleados despedidos deberán ser las mínimas. Otra cosa no tendría sentido.

8.- Ahórrate explicarle al empleado lo duro que es para ti despedirle. Las cosas como son: quien de verdad sufre en un despido es la persona despedida.

9.- Eso sí, ofrece apoyo: ya sea en la elaboración de su curriculum o en el proceso de búsqueda de un nuevo empleo.

10.- Ojo con los planes de bajas incentivadas. Corres el riesgo de que vayan los que no quieres que se vayan. Tú eres quien debe decidir quién se va y quién se queda.

11.- Los empleados despedidos deberían abandonar el centro de trabajo lo antes posible. Es lo mejor, tanto para quien se va como, sobre todo, para quienes se quedan.

12.- Una vez ejecutados los despidos no te encierres en un agujero. Ejerce el liderazgo. Muéstrate visible y accesible. Establece objetivos, explica qué hay que hacer para seguir adelante y céntrate en el futuro.

Imagen martin gee bajo licencia Creative Commons

15 Comentarios

  1. Hola JMD,
    Es difícil opinar sin conocer la realidad de vuestra empresa y las circunstancias del proceso de restructuración que vais a emprender, pero en principio soy partidario no sólo de comunicar sino también de intervenir de forma profunda y rápida, y de una sola vez. Saludos.

  2. Gracias, Santi.
    Nos han cambiado el Director de Recursos Humanos hace aproximadamente un mes y medio y, francamente, es el primero con el que me toca trabajar que de veras ejerce como tal. Estoy en un grupo multinacional y, lamentablemente, hasta ahora, sólo me habían tocado personajillos que buscan que les cuelguen las medallas.
    Son momentos difíciles y, en este momento, ante los planes que tenemos para reestructurar la plantilla, se nos plantea la siguiente disyuntiva: ¿comunicamos de una sola vez al comité de empresa nuestros planes o le vamos dosificando, poco a poco la información?
    Es una plantilla pequeña, que sufrirá previsiblemente despidos, cambios inter-departamentos, etc. a lo largo de este año.
    Muchas gracias y saludos cordiales.
    JMD agradecido

  3. Hola JMD

    Más que bibliografía mi consejo es que hables y contrastes experiencias con otras personas que hayan pasado por la misma experiencia que tú. Dentro de lo que te permita tu presupuesto elige a asesores que vayan más allá de los formalismos legales y nunca, nunca, pierdas de vista a los que se quedan, que suelen ser los grandes olvidados en estos procesos. Para cualquier cosa te puedes poner en contacto conmigo en santiago@jakobsland.com

  4. Santi, gracias. Esta tarde he intentado buscar algunos consejos para el primer despido que me tocará gestionar en primera persona.
    Casi todo lo que encontré es desde el punto de vista del trabajador despedido, pero ¿qué pasa con las personas de carne y hueso que nos toca despedir a otras personas, también de carne y hueso, buenas en su trabajo, pero que por la situación coyuntural se toma la decisión de despedir?
    Frecuentaré tu blog a partir de ahora, y, al mismo tiempo, si me puedes aportar bibliografía de «Cómo afrontar despidos en tu empresa», mejor que mejor.

    JMD

  5. Hay que reconocer que realismo no le falta al post, y que, pensado friamente y de forma aséptica, así debería ser (incluso el punto 7).

    Pero me has dado una idea. Piénsala tú también, si te parece, y a ver qué sale: En cuanto cuadre tres o cuatro ideas en mi cabeza, voy a hacer este mismo post, pero desde el punto de vista de los que se han salvado del despido. En fin, una serie de consejos para que se aprovechen de la situación. :-)

  6. Santi, gracias por tu tolerante respuesta.

    Fui «reactivo» (también le debo una explicación/disculpa a José Miguel Bolívar, a quien conocí hace pocas semanas pero me inspira una gran confianza intelectual y personal).

    Luego de mi «reacción» entré en la página corporativa de vuestra Compañía y comprendí que sabías lo que estabas recomendando como estrategia.

    Convengamos que el artículo soluciona una parte del problema, no aporta una estrategia «razonable» para «Pepe». Y mi reacción es porque pensé en Pepe y no en la Corporación que se salva.

    Yo vengo de una «cultura» en la que «Pepe» (si tiene más de 35 años, si es mujer con hijos, si es profesional universitario con alta cualificación profesional, si es inmigrante o si tiene alguna leve, levísima, dificultad psicofísica jamás volverá al mercado del trabajo formal o en condiciones de estabilidad y nivel de remuneración razonable.

    (((Por favor, disculpa la extensión de este comentario, naturalmente siéntete en total libertad para no publicarlo o recortarlo)))

    De la «cultura» de la que yo provengo —soy inmigrante— nuestro máximo ícono nacional (uno de los 10 hombres más populares del mundo), en un deporte que está prohibido tocar la pelota con la mano: hizo un gol con la mano; precisamente, a la Selección Nacional del país que ha sido nuestro principal socio fundacional y al que le declaramos una guerra en la que murieron cerca de 1000 chicos.

    En esa «cultura» las empresas han «movido» a las personas como si fueran «mobiliario». Y esas personas desplazadas, en su mayoría, corrieron peor suerte que los ejecutivos que los despidieron y los empresarios que se salvaron.

    Ese escenario, te lo digo por «viejo», no porque lo he leído en los libros, se está replicando en España y, si escribes para el CEO, procura no descuidar la perspectiva de «Pepe».

    ¿Por qué te tiene que preocupar Pepe si tu cliente es el CEO?

    El resultado de «cargarse a Pepe» son tres devastadores efectos que describo en http://www.mariodehter.com/?p=1283 y que con solo leer los periódicos de los últimos 5 días comprobarás que no he sido tan «apocalíptico» como la misma realidad.

    Resumiendo:

    1) valoro tu respuesta serena,

    2) confío que comprendas mi «enojo», que ¡¡¡no es contigo!!! sino que es: con la situación «de mierda» (no encuentro otro término, disculpa), y

    3) por favor, reflexiona en cuanto puedas qué le recomendamos a Pepe.

    Un cordial saludo. Confío que sigamos cordialmente vinculados.

    Mario

  7. @Rober Quizás un "capricho del askimet" (plugin de Wurdpress que filtra lo que sospecha como spam) o por el libre y entendible criterio de moderación de Santi García, hizo que no se publicara un nuevo comentario mio en el que: 1) solicitaba mi disculpa porque fuí "reactivo", 2) había visto los antecedentes profesionales de Santi García y 3) aún disintiendo con la filosofía expuesta en el artículo, expliqué que yo pensé en términos de "Pepe" y las consecuencias de los > 2.500.00 de "Pepes" traerán para los CEOS de este País.

  8. Mario, la poemas de amor intentan evocar sentimientos y describir sensaciones. No creo que se pueda interpretar la entrada de una manera tan crítica. Creo que la entrada, al igual que la poesía, invitan a reflexionar sobre el tema.
    Creo que lo que realmente es indispensable es la sensibilidad para poder meditar al respecto y el sentido común necesario para poder ejecutarlo. A veces la experiencia no ayuda demasiado si no va acompañada de estos dos factores.
    Santi, me ha encantado la entrada. Enhorabuena!!

  9. Mario, Desgraciadamente he tenido que despedir a mucha gente en esta vida. Mucha más de la que te puedes imaginar. Y no es trago de gusto. Ni el primero ni el que hace el número mil. No lo es cuando lo haces con el convencimiento de que es la mejor decisión para la empresa, pero mucho menos cuando toca ejecutar una decisión que no compartes. Lo digo por experiencia.

  10. Quisiera saber, si tu alguna vez has sido despedido de un empleo, si alguna vez haz contratado a alguien de quien su sueldo dependía de tu propio bolsillo y, si alguna vez, lo has tenido que despedir.

    El estilo de tu escrito (que me cuesta creer que tu sepas lo que significa en carne propia cada uno de los pasos que supone antes y después) me hace recordar a los «poemas de amor» que dicen «mataría por ti»… de aquellos «poetas» que no tienen la mínima idea qué significa tener que matar u ver morir a alguien a quien se está matando.

  11. Excelente. Realmente excelente.
    Me encanta el punto 1. La decisión la toman los directivos, no la crisis ni tampoco Recursos Humanos, aunque a nosotros nos toque la parte desagradable de implementar la decisión.

    Añadiría un punto más: «Dedica tiempo a los que quedan». Generalmente nadie se acuerda de ellos y a la larga pueden sufrir incluso más que los que han sido despedidos.

    JM

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