Cuando muchas compañías anuncian pérdidas, recortes de plantilla o congelaciones salariales puede ser un buen momento para salir de «batida» en busca de profesionales de calidad que en otras circunstancias no se plantearían un cambio.
A este respecto, hace pocas semanas, Kim Girard publicaba un artículo en BNET en el que propone cuatro tácticas para que nuestra cacería sea más fructífera:
Actuar de forma rápida ante el primer síntoma de problemas en las empresas que tenemos entre nuestros «objetivos». Un ejemplo: Cuando los fabricantes de aviones Cessna y Beechcraft anunciaron en noviembre despidos masivos en sus plantas de Kansas, su competidor Piper se apresuró a organizar una feria de empleo, pero en lugar de hacerlo en Vero Beach, Florida, donde tiene su sede, la montó en Wichita, Kansas.
Aprovechar las oportunidades que ofrece internet (foros, redes sociales,…) para identificar y establecer una relación online con nuestros «objetivos» antes de citarles para una entrevista, y también para presentar nuestra compañía como un buen lugar donde trabajar y desarrollarse profesionalmente.
Reclutar es cosa de todos. Convirtamos a nuestros empleados en reclutadores aprovechando su presencia en blogs, foros o redes sociales, tal y como hacen en Zappos, donde más de 400 empleados retransmiten en directo su actividad diaria vía Twitter con el objetivo último de convencer a los mejores profesionales del mercado que la vida en Zappos es mejor.
Evitar «comprar de rebajas». Es una tentación, especialmente cuando el candidato está desempleado y tiene desventaja en el proceso de negociación, pero contratar al candidato dispuesto a trabajar por el menor salario puede salirnos caro en el momento que la economía remonte y a la persona se le presente una oportunidad mejor pagada en otra compañía. Si el problema es la liquidez, siempre se puede recurrir a alternativas como las opciones sobre acciones, o la entrega o venta de acciones en condiciones preferenciales.
Imagen Kai-Schreiber bajo licencia Creative Commons