He encontrado muy inspirador este video de Donald Sull, profesor de la London Business School, en el que introduce el concepto de dirección por compromisos.
La idea parte de la constatación de que hoy en día el éxito de una empresa en el mercado no depende tanto de su estrategia como de su capacidad de llevarla a la práctica, es decir, de su capacidad de ejecución («execution»).
Tradicionalmente la ejecución se ha entendido como el cumplimiento de las instrucciones que se transmiten a través de la jerarquía de la empresa, o bien como el diseño y mantenimiento de unos procesos eficientes, pero ambos planteamientos se han revelado insuficientes en un entorno incierto, en el que innovación, rapidez y agilidad se perfilan como claves de la competitividad empresarial.
En este contexto, la propuesta de Sull es entender la empresa como una red flexible y multidireccional de «promesas» o compromisos que vinculan entre sí a los individuos que forman la organización más allá de las estructuras formales, configurando un modelo que se adapta muy bien a las turbulencias del entorno y a escenarios en los que es necesario coordinar el trabajo de personas con las que no nos une ninguna dependencia jerárquica.
Según Sull esas promesas o compromisos son especialmente poderosos si reúnen las siguientes características:
- Son públicos (los compromisos y su grado de cumplimiento).
- Son reales, activos y asumidos por las partes.
- Son voluntarios.
- Son explícitos e individualizados.
- Son motivantes (y racionales).
Interesante…
Imagen Andreas-Kristensson bajo licencia Creative Commons