Hoy se inaugura dentro del MOB – Makers of Barcelona (Bailén 11) el que, según sus impulsores, será el primer FabCafe de Europa y el tercero del Mundo.
Un FabCafe es un espacio donde, como su nombre indica, uno se puede tomar un café, pero, a diferencia de un café normal, también podemos utilizar una variedad de instrumentos tecnológicos de fabricación digital como cortadoras laser o impresoras 3-D.
Sin embargo, no se trata de replicar el modelo de los cibercafés de los años noventa, más parecidos a locutorios telefónicos que a otra cosa, donde cada cliente/usuario iba a la suya.
La idea es que este espacio se convierta en un punto de encuentro e intercambio de conocimiento de la comunidad local de “makers” y en un nodo de una red global de comunidades unidas por los mismos valores: “compartir, colaborar, aprender y crear”.
Os lo cuento porque el movimiento “maker” ⎯del que esta iniciativa y el propio MOB son claros exponentes⎯, refleja varias de las tendencias que están reconfigurando el mundo del trabajo y sobre las que ya hemos hablado en otras entradas anteriores.
Detrás de este movimiento está la democratización de los medios de producción, resultado del progresivo abaratamiento de la tecnología, que hace que sea posible para más gente lanzarse a convertir sus ideas en prototipos, y eventualmente en productos que compitan en los mercados, o en nuevos inventos que mejoren el mundo.
En este contexto, los “makers” exploran las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, en particular las tecnologías de fabricación digital (impresión 3-D etc.), y buscan nuevas aplicaciones más allá de lo evidente.
La cultura “maker” es, además, aprendizaje informal en red, compartir ideas, colaboración, hacer lo que a uno le apasiona, le llena y le hace crecer.
Es, en pocas palabras, el “hacer es pensar” de Richard Sennet .
Un movimiento que está contribuyendo a la explosión de innovación que nos rodea y que muchas organizaciones bien podrían tomar como fuente de creatividad e inspiración…
Así que, desde aquí, mi felicitación a los impulsores del FabCafe y a todos los «makers» de Barcelona.