A diario estiramos nuestras agendas para conseguir quedar con clientes, proveedores, socios, amigos, familia. Sin embargo, rara vez programamos tiempo para «reunirnos» con nosotros mismos, reflexionar, orientarnos, imaginar… Ahora bien, también tenemos que tener en cuenta que, para que estos encuentros con nosotros mismos sean provechosos, no basta con reservar un hueco en la agenda sino que necesitamos dotarlos de contenido.
¿Cómo podemos hacerlo?
Una reciente entrada en Lifehack titulada «How to set an appointment with yourself» nos propone que estructuremos esos encuentros con nosotros mismos alrededor de cinco preguntas clave:
- ¿Qué resultados estoy consiguiendo en las diferentes facetas de mi vida? ¿Los árboles me dejan ver el bosque?
- ¿En qué errores incurro con frecuencia? ¿Qué puedo aprender de ellos?
- ¿Qué energías, tiempo o dinero tengo mal «invertidos»? ¿Qué debería dejar de hacer para liberar esos «recursos»?
- ¿Qué recursos adicionales (energías, dinero o tiempo) podría invertir?
- ¿Dónde los invierto? ¿Qué «inversiones» me podrían proporcionar los mayores retornos en términos de satisfacción personal?
Así que, aprovechando que estamos a las puertas del nuevo año, ¿por qué no incluir en nuestra lista de buenos propósitos para 2008 reservar un tiempo para encontrarnos con nosotros mismos?
Imagen Le-Bourg-Heidi bajo licencia Creative Commons