Alfons Cornella apunta en el blog Ideas Fuerza tres razones por las que las escuelas de negocios deberían cuestionarse la validez y el futuro de su actual modelo educativo:
Primera: «ya no es posible hablar de negocios sin hablar de tecnología». Cierto. Y para corroborarlo una experiencia reciente que me ha permitido comprobar como los alumnos de una prestigiosa escuela de negocios dan sopas con honda a la mayoría de sus profesores en materia de tecnología. Si los alumnos van más rápido que su escuela, malo para la escuela.
Segunda: «ya no tiene sentido tratar los problemas de negocio de forma unidimensional». Pienso que jamás lo ha tenido, pero ahora todavía menos. Todo empresario o directivo con cierta experiencia sabe lo difícil que es identificar y mantener en equilibrio las diferentes variables que intervienen en las situaciones a las que se enfrenta. En un mundo amplio, complejo y cambiante, en un entorno ultracompetitivo e incierto, ese ansiado equilibrio aún es más complicado.
Tercera: (en un mundo «en tiempo real» como el actual) «todo el management se convierte en innovation management». La innovación es más importante que nunca. Sin embargo no se trata de innovar por innovar, mirándonos sólo a nosotros mismos. No hay que perder de vista lo que hace el mercado, los clientes, ni ciertos atributos clave de una organización como son su rapidez, su agilidad o su capacidad de adaptación. Como dice el autor en su entrada, hoy en día «no hay management posible que no sea el management del cambio permanente».
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