Hace ya unos años, en 2003, el profesor Santiago Álvarez de Mon publicó su libro «Desde la adversidad. Liderazgo, cuestión de carácter», una obra en la que se narran las historias de varias personas que, en algún momento de su vida, han tenido que superar situaciones adversas. Utilizando como ejemplo la experiencia vital de una serie de personajes de renombre, el autor explica como la adversidad es la gran escuela o, mejor dicho, el gran examen donde se demuestra de qué pasta están hechos los grandes líderes. Es entonces, en los momentos difíciles, cuando queda en evidencia la grandeza, la energía, la flexibilidad, y al mismo tiempo la determinación de estas personas. Es en esas circunstancias cuando los líderes de verdad, a pesar de la que les está cayendo, son capaces de conservar la esperanza y de contagiarla a los que les rodean.
Ayer Alberto Contador se proclamaba vencedor de la edición del Tour de Francia de este año, escribiendo con su victoria una gesta que bien merecería ser incluída en la obra del profesor Álvarez de Mon. En 2004, mientras disputaba la Vuelta a Asturias, sufrió una dura caída. A los pocos días se le diagnosticó un cavernoma cerebral del que tuvo que ser operado. Todos pensaban que aquello representaría el final de su carrera ciclista. Sin embargo, la determinación, el espíritu de lucha, la capacidad de sufrimiento y la mentalidad positiva de Alberto obraron el milagro.
«Querer es poder» dicen que le dijo a su madre a las tres horas de haber sido operado.
Imagen Gael Marziou bajo licencia Creative Commons
Santi me gusta mucho tu blog. Cuando vuelvas de vacaciones nos puedes recomendar algún libro también…
¡Un abrazo!
Patricia Vázquez-Dodero