Enrique Dans comenta esta interesante entrada del blog de Bruce F. Webster sobre el «efecto Mar Muerto».
El Mar Muerto es, en realidad, un lago salado situado entre Jordania e Israel. Es el resultado de un precario equilibrio entre los aportes de agua, procedentes del río Jordán y las escasas lluvias, y un alto nivel de evaporación debido a las elevadas temperaturas de la zona. En consecuencia, es diez veces más salado que un océano, lo que impide casi cualquier forma de vida.
En su entrada, Webster establece un paralelismo entre el Mar Muerto y lo que sucede en muchos departamentos de Sistemas y Tecnologías de la Información que sufren las «altas temperaturas» del mercado de empleo, además de una gestión del talento deficiente.
El fenómeno, que no es exclusivo de departamentos de IT, consiste en que los mejores profesionales «se evaporan», mientras en la empresa sólo permanece «el sedimento» –aquellos que lo tienen más crudo para encontrar una alternativa mejor–. Esta dinámica motiva que, por un lado, ese «sedimento» se petrifique en torno a actividades de escaso valor de mercado, pero que pueden resultar vitales para esa empresa concreta, y, por otro, que el medio sea cada vez más «salino» y menos favorable para la «vida», es decir, menos atractivo para los profesionales más competitivos del mercado.
Imagino que a más de uno os resulta familiar este panorama…
Imagen tadaka-kudamatsu bajo licencia Creative Commons
Hola Santi,
Tal vez tengas la oportunidad de buscar una película argentina, titulada Whiski Romeo Zulu.
Describe a todo un profesional, la realización es impecable y merece la pena.
¡Saludos!
Tengo que reconocer, que en los departamentos de Sistemas es donde más residuos quedan, pero está pasando lo mismo con los de Logística y Operaciones, aunque, si te digo la verdad, pasa en todas partes lo mismo, los profesionales son molestos, no dicen lo que los líderes empresariales quieren oir