Me he enterado que el cliente de correo Eudora incorpora una funcionalidad que controla si los correos electrónicos entrantes y salientes incluyen textos que pueden resultar ofensivos. El invento se llama Mood Watch. Analiza el cuerpo del e-mail e identifica cadenas de texto potencialmente ofensivas. Del mismo modo que los restaurantes mexicanos advierten del picor de sus platos, un mensaje de alerta señala con uno, dos o tres chiles el grado de «dureza» del texto. La decisión de enviarlo o corregirlo es del usuario, pero en todo caso pude evitar situaciones incómodas. ¿No os habéis arrepentido alguna vez de haber dado a «enviar» demasiado rápido?
¿O cuántos correos recibimos que pretenden ser graciosos pero maldita la gracia que nos hacen?
Respecto a esta cuestión, deberíamos tener en cuenta que los estudios indican que solo la mitad de la población es capaz de transmitir eficazmente un tono humorístico en sus mensajes de correo electrónico. Y esto es así por una doble razón:
Por una parte, estamos acostumbrados a transmitir e interpretar una gran parte del contenido de nuestras comunicaciones a través del lenguaje no verbal. Sin embargo, en un e-mail, aspectos tales como la mirada, gestos, expresiones faciales -presentes en una conversación cara a cara-, u otros elementos como tono, entonación o vocalizaciones -que también ayudan en una comunicación telefónica-, no juegan ningún papel. En un correo electrónico el significado del mensaje se transmite únicamente a través de las palabras que escribimos (aunque en ocasiones nos ayudemos de unos cuantos emoticones). Por eso es tan importante medir cada una de ellas.
Por otra parte, por nuestra propia naturaleza, nos cuesta ponernos en la piel del destinatario de nuestro mensaje para tratar de anticipar cuál es el significado que va a extraer de nuestras palabras. Habitualmente interpretamos el mesaje desde nuestra perspectiva sin tener en cuenta que es posible que nuestro interlocutor no tenga todas las claves necesarias para entender lo mismo.
Por eso lo mejor es que la próxima vez te lo pienses dos veces antes de disparar. Aunque uses Eudora.
Imagen lilivanili bajo licencia Creative Commons