Sí, parece mentira, pero todavía existen empresas donde uno puede llegar a lo más alto después de una vida trabajando para ellas. Es el caso de Procter & Gamble donde, con efectos 1 de julio, Bob McDonald sucederá a A.G. Lafley como CEO de la compañía. McDonald se convierte así en el primer ejecutivo de la empresa después de una carrera de casi 30 años en el gigante del consumo, al que se incorporó tras licenciarse del ejército. Este proceso sucesorio parece demostrar que, si bien la incertidumbre del entorno dificulta el diseño y la ejecución de planes de carrera, no es una práctica que se haya quedado del todo obsoleta.
Aunque también es verdad que la parte más difícil comenzará cuando tome posesión. Será a partir de entonces cuando se demostrará si la elección ha sido o no la más acertada. Desde luego, los retos que le esperan a McDonald no son pocos. En un mercado turbulento y al frente de una enorme organización con una cultura muy fuerte inspirada en unos valores muy sólidos, deberá hacer frente a caídas en las ventas consecuencia de un desplazamiento de las preferencias de los consumidores hacia las marcas blancas, mantener el ritmo de innovación, apertura e internacionalización y gestionar un portfolio de negocios altamente diversificado.
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