Puede sonar raro, casi absurdo, pero, en el fondo, todo indica que es hacia ahí hacia donde apunta el futuro del management.
Lo explica Ross Smith en FreshMIX: Nos dirigimos hacia un modelo de un «management minimalista» conforme al cual los directivos deberán ser capaces de dirigir sus organizaciones conforme al principio de «menos es más».
En las organizaciones 2.0 las jerarquías pierden protagonismo frente a las redes de relaciones informales, las relaciones son más simétricas, la inteligencia colectiva y la colaboración priman frente a la excelencia individual, y la generación de valor está mucho más distribuida que en las organizaciones tradicionales.
En consecuencia, los directivos deberán asumir que su influencia sobre el éxito o fracaso de sus empresas va a depender cada vez menos del control que ejerzan sobre los procesos de negocio, de las grandes decisiones que tomen, o de las instrucciones que transmitan, y más de su capacidad de crear un contexto que favorezca el desarrollo de esa inteligencia colectiva de la que dependerá que la organización consiga anticiparse y adaptarse con eficacia a los cambios del entorno.
Imagen Georgie-Pauwels bajo licencia Creative Commons
Me ha parecido un post tan interesante, que me inspiró para escribir este otro:
http://www.misapisportuscookies.com/2011/06/gestion-del-ego-paradummies/#content
Saludos!
Gary Hamel habla de ello y pone ejemplos de esto en "El futuro del management". Y recomeniendo el libro "La sorprendente verdad sobre qué nos motiva" de Daniel H. Pink, donde también hay casos actuales de este cambio.
En realidad mas que ante un cambio estamos ante una mutación y todavía no sabemos qué "ser vivo" saldrá. Lo cierto es que el rol directivo tal y como lo conocemos ya no es adaptativo porque el medio ha cambiado.