El profesor Dave Ulrich nos ha hablado esta tarde en IESE de liderazgo. Ha centrado su charla en algunas de las ideas que desarrolla en su último libro «Leadership Brand».
De una forma similar a como las empresas utilizan las marcas de sus productos o servicios para proyectar en el mercado una identidad que les distingue de sus competidores, Ulrich propone el concepto de «marca de liderazgo» (leadership brand) para denominar las pautas de comportamiento que comparten los líderes de una organización y que los diferencian de los dirigentes de otras compañías.
En su presentación, Ulrich ha insistido en la necesidad de diferenciar entre líderes y liderazgo. El concepto de liderazgo, a diferencia del de líder, trasciende al individuo y sus cualidades personales. El liderazgo tiene que ver con la forma en que se ejercen esas cualidades y cómo se transmiten en el seno de la organización.
La idea es que en un contexto turbulento, incierto y altamente competitivo las organizaciones necesitan, más que nunca, un liderazgo que marque la diferencia. En este sentido una «marca de liderazgo» es un activo intangible que puede constituir una importante fuente de ventajas competitivas en la medida en que consiga movilizar el comportamiento de los miembros de la organización hacia la satisfacción de las necesidades de sus clientes y diferenciar a la empresa en el mercado de talento. Además, diversos estudios han demostrado que, entre otros beneficios, un mejor liderazgo influye positivamente sobre la productividad de los empleados, las capacidades de la organización, la reputación en su entorno social, la valoración de los inversores, su imagen ante los clientes y las relaciones con sus socios.
El profesor Ulrich también nos explicó que, a pesar de la diversidad de «marcas de liderazgo,» la mayor parte de las características que definen a un líder eficaz son comunes a todas las organizaciones, independientemente de cual sea su actividad o situación de negocio. Para finalizar insistió en la importancia de que los líderes se preocupen por su preparación y desarrollo desde una perspectiva integral que contemple aspectos físicos, intelectuales, emocionales, sociales y espirituales.