Seguro que la mayoría alguna vez habéis visto en la pared de alguna oficina uno de esos posters con fotografías impactantes de piragüistas remando al unísono o cosas parecidas y frases trascendentes que buscan motivar o transmitir valores a los empleados.
Consideraciones estéticas aparte, a mí personalmente me parece una iniciativa estéril e ingenua, que incluso puede llegar a ser contraproducente si encima, como sucede muchas veces, el comportamiento de los líderes de la empresa se aparta, o directamente contradice, lo que predica la imagen colgada en la pared.
Sin embargo, otra cosa muy distinta son los productos de Despair, Inc., una empresa que lleva ya varios años parodiando y desmitificando «la industria de la motivación». En su catálogo se incluyen pósters, calendarios, camisetas, un libro titulado «el arte de la desmotivación», o una taza para café, denominada «The pessimist’s Mug», que te obliga a ver el vaso medio vacío.
Unos productos que puede que no motiven, pero al menos te arrancan una sonrisa…
Imagen That Other Paper bajo licencia Creative Commons
Me encanta que ilustres este post con las pirámides egipcias. Precisamente eso es el Factor Tutankamon, un efecto desmotivador completamente devastador para cualquier ideas empresarial (o de otro tipo).
http://metodotutankamon.blogspot.com/
me uno a tu crítica, en mi empresa hay fotos como estas colgadas por todos lados (menos el baño) y lo peor es eso del empleado del mes. En verdad alguien se cree todas estas chorradas…
Que bueno el pessimist´s Mug.
El optimismo esta sobrevalorado y más cuando te obligan a serlo por artícolo 33.
Saludos
Muchas veces me planteo para qué sirve estar motivado si se cobra lo mismo y se trabaja mas y por exceso de entusiasmo, encima, hay que repetir alguna cosa.
No obstante siempre pico y salgo por las mañanas ya motivado, pero termino dejando la motivación traspapelada en cualquier archivo, antes de volver por la tarde.
¡Saludos!
Me ha encantado la página de Despair. Gracias por la referencia :))
Y no puedo soportar los pósters. En mi empresa tenemos por todos lados y algunos no pueden tener frases más desafortunadas.