Mucho hemos leído en las últimas semanas acerca del síndrome postvacacional. Aunque no está tipificado como enfermedad, el Instituto Superior de Estudios Psicológicos dice que esta situación de carácter transitorio llega a afectar a un 35% de los trabajadores entre 25 y 40 años. Sus síntomas son variados, pudiendo incluir, entre otros, irritabilidad, astenia, tristeza, angustia, apatía, ansiedad, insomnio, taquicardias, nauseas y un largo etcétera.
Hasta hace unos años nadie hablaba de síndrome postvacacional, pero últimamente está en boca de todos. Periódicos, revistas, televisión, radio, blogs, nos inundan con consejos para superarlo de la mejor manera posible: fraccionar las vacaciones, tomarnos las cosas con calma, reiniciar nuestra actividad de forma progresiva, no empezar a trabajar en lunes, disfrutar a tope de los primeros fines de semana…
Parece ser que hay empresas que llegan a ofrecer asistencia psicológica a sus empleados.
Me llama la atención que este síndrome tenga una especial incidencia entre los menores de 40 años. Me pregunto si no estamos ante un síntoma más de una sociedad que se «ablanda».
Imagen YoungDoo-M.-Carey bajo licencia Creative Commons
Juan, suscribo todo lo que dices. Nos hemos acomodado y apoltronado en una confortable sociedad que nos la da todo, y lo peor es comprobar que cuanto más tenemos, más queremos y más tristes e insatisfechos nos sentimos. Quizás como dice SM los chinos sufran cosas mucho peores que el síndrome postvacacional, pero sin duda su momento histórico les impide sentir, por ahora, este tipo de enfermedades, o mejor dicho, vicios sociales.
Santi, me encanta la entrada y me sirve, una vez más, para comprobar lo cerca que estamos en nuestra forma de ver estos temas. Te paso un link que publicaba ayer en el blog sobre este tema.
Un saludo
http://www.bitacorarh.com/es/contenido/general/recursos-humanos/depresión-postvacacional
Hola
Es cierto que nuestro sistema económico es insostenible en el tiempo. No lo digo por pertenecer a alguna ideología que otra, sino por cuestiones prácticas. Pero esto del «síndrome postvacacional» no es más que lo que tú dices, blandura…
Incluso entre especies animales, se puede hablar de una «economía» en el sentido de la obtención de los recursos necesarios para alimentar a los miembros de la especie y para conservarla. Las economías occidentales modernas son incapaces de obtener los recursos necesarios para asegurar el relevo generacional (la natalidad española, por ejemplo, está muy por debajo de los 2,3 niños por mujer necesarios para evitar caídas de población). Todo se nos va en pagar impuestos, en comprar casas grandes, coches potentes, y no nos queda dinero para criar 2 o 3 hijos, sino que la mayoría de las familias deben optar por tener uno o, como mucho, dos, porque la hipoteca consume todos los recursos disponibles. Aparte, está el hecho de las dificultades para conciliar vida laboral y familiar (el trabajo es así) que afecta, sobre todo, a las mujeres, que tienen que elegir entre los hijos o entre cobrar un sueldo imprescindible para pagar la hipoteca…
Un sistema económico incapaz de asegurar el relevo generacional es insostenible a largo plazo. Pero el problema del síndrome postvacacional es más bien un problema de lo acomodados que nos hemos vuelto los españoles. Hace años se trabajaba más y con menos quejas, y menos reivindicaciones de derechos… Y para los que apenas tenemos vacaciones, ver que la gente se deprime porque tiene que volver al trabajo tras haber disfrutado de un mes de vacaciones con sueldo es, casi, insultante.
Un saludo.
Juan.
Me temo que para cuando los chinos empiecen a sufir de síndrome postvacacional ya se habrán comido el mundo.
Es cierto, estas «reacciones alérgicas» a las vacaciones son producto de vivir demasiado tiempo en sociedad, sobre todo en una tan permisiva como esta… No obstante, si es cierto que ya se sufrían los síntomas pero no se habían identificado. Mucho antes no existía pues tampoco había tanto agite ni estrés como en las últimas décadas…En China no creo que lo sufran de esto, pero te aseguro que si sufren de otras cosas mucho peores… Creo que si los pones a escoger entre vivir con este síndrome o vivir en su régimen político no lo pensarían dos veces…
Slds
SM
Creo que lo del síntoma más de una sociedad débil y decadente, que se ablanda (nada más y nada menos), requeriria algo más de explicación…
Mi impresión es que el síndroma es un reflejo más del divorcio creciente entre el mundo corporativo y los intereses vitales de las personas.