A través de una entrada en el blog de Julen Iturbe he llegado al siguiente video producido por la Escuela de Organización Industrial (EOI) en el que empresarios, directivos, y docentes de esa institución académica dan su opinión sobre cuáles son las características que deberá reunir el «empleado del futuro»:
Varias son las «etiquetas» que, en opinión de las personas entrevistadas, definen la identidad del empleado modelo del futuro: compromiso, mente abierta, espíritu emprendedor, capacidad de leer el entorno, de asumir riesgos, creatividad, innovación, flexibilidad, adaptabilidad, proximidad a los mercados, independencia, entendimiento de la tecnología, aprendizaje continuo, capacidad de gestionar las emociones, de trabajar en un mundo globalizado, sensibilidad hacia cuestiones de sostenibilidad y medioambiente, movilidad, etc.
Son opiniones que se suman a muchas otras voces que llevan tiempo advirtiéndonos de que el trabajo tal como lo conocemos hoy (qué se hace, cómo se hace, quién lo hace, dónde se hace, cuándo se hace y hasta por qué se hace) está llamado a experimentar profundos cambios en el futuro próximo.
La semana pasada comentábamos las tesis de Keller y Price de que en contextos volátiles e inciertos lo realmente valioso para una organización, más allá de su capacidad de adaptarse, renovarse y aprender de los cambios del entorno más rápido que sus competidores, es la sostenibilidad de esa cualidad a lo largo del tiempo. En parecidos términos podríamos afirmar que lo importante para las personas ya no es poseer las capacidades que demanda el mercado hoy, ni siquiera ser capaces de adquirir las que demandará mañana, sino cultivar ciertos atributos -como la autoconciencia o la capacidad de detectar tendencias e interpretar sus implicaciones-, que son las que les permitirán reinventarse a sí mismas y evolucionar como profesionales aprovechando -o a pesar de- los cambios del entorno.
La adquisición de nuevos conocimientos y habilidades seguirá siendo importante, sin duda, pero más aún lo será nuestra capacidad de aprendizaje y renovación, de la que dependerá la sostenibilidad de nuestra empleabilidad en los nuevos escenarios que nos vayamos encontrando y, en último término, nuestra supervivencia en el mercado de trabajo.
Sin duda es un tema que nos interesa a muchos. De esta crisis económica (y de algo más…) el ámbito laboral saldrá con muchos cambios, y entre ellos el concepto "trabajador-empleado".
En este sentido, creo que se están aportando opiniones reveladoras en un debate con título similar que lleva activo desde hace algunos días en el grupo de linkedin de Michael Page.
Os dejo el enlace por si os interesa: ¿Qué buscarán las empresas en los empleados del futuro? | LinkedIn – http://smf.bz/3zor