Hace unas semanas LinkedIn anunciaba el lanzamiento de su botón “Apply with LinkedIn», un sencillo plug-in que, a partir de ahora, cualquier empresa puede insertar en su página de empleo. Haciendo clic en este botón, los candidatos interesados en una determinada oferta remiten a la empresa su perfil en LinkedIn. Se elimina de este modo la necesidad de enviar un curriculum vitae convencional, redactar cartas de motivación o rellenar un formulario, como tenían que hacer hasta ahora. Sin embargo, lo más relevante de este humilde botón, producto de unas pocas líneas de código, es que nos permite imaginar algunas de las cosas que nos puede deparar el futuro del reclutamiento en la Red.
Para los candidatos, especialmente los menos activos -sea por pereza o por no tener muy clara la conveniencia de un cambio-, esta nueva fórmula tiene la ventaja de su inmediatez. Nada de rellenar formularios, nada de escribir correos electrónicos para acompañar el curriculum. Tan sólo un clic en un botón. Pero además, con este sistema, el candidato puede saber qué personas dentro de su red trabajan o tienen relación con esa compañía y puede ponerse en contacto con ellas para conocer más sobre la organización, o solicitar recomendaciones.
Para la empresa, este nuevo sistema también tiene ventajas, como facilitar la participación de candidatos que, de otro modo, quedarían fuera de los procesos, una mayor rapidez en la captación de curriculums, la estandarización del formato de los perfiles recibidos, que facilita búsquedas y comparativas, y la posibilidad de integrar el flujo de candidatos procedente de esta vía con los principales sistemas de seguimiento de candidatos –applicant tracking systems (ATS’s)- del mercado. Ah, y lo mejor de todo. Es gratis. Al menos por el momento.
Y qué decir para LinkedIn. Si les sale bien, ésta puede ser una jugada maestra. Con esta nueva fórmula LinkedIn extiende su presencia para alojarse en las páginas de empleo de las empresas y, por qué no, también en las de agencias de selección y headhunters. Una colonización del mundo del empleo en la Red que, potencialmente, puede llevarles, además de a consolidarse como la principal red social profesional y la mayor base de datos de curriculums del planeta, a convertirse en un estándar universal -tal vez «el» estándar- en materia de reclutamiento, a medida que empresas e individuos intensifiquen su uso de este medio como consecuencia de una dinámica que se alimenta a sí misma. Un número mayor de ofertas a las que poder postular a través de LinkedIn debería hacer que más personas se decidan a mantener su perfil profesional en esta red, lo que, a su vez, debería motivar que más empresas utilicen este canal de reclutamiento y así sucesivamente. Una colonización a la que muy probablemente seguirá el lanzamiento de nuevos servicios de valor añadido -seguramente de pago- que faciliten la criba de perfiles, e incluso el seguimiento de los procesos de reclutamiento, con lo que LinkedIn estará compitiendo ya no solo con los portales tradicionales de empleo sino también con los ATS’s que tan buena acogida están teniendo en el mercado. Y todo gracias a un pequeño botón cuyo principal beneficio es hacer la vida más fácil a empresas y candidatos.
El siguiente video explica como funciona el invento:
Lo del estándar yo lo comenté hace casi tres años y medio en mi blog y algunos comentarios al respecto anunciaban de su existencia, aunque ahora Linked in parezca adelantarles por la derecha:
http://jaimecuesta.blogspot.com/2008/01/por-un-estandar-en-la-definicin-de.html
Parece muy práctico, ahora solo falta que se use! Y que los que somos algo novatos en el uso de redes como linkedin cojamos un poco de soltura al usarlas.
Saludos!
Emma
http://enparonoesestarquieto.blogspot.com/