En el número de diciembre de la revista Nuevas Tendencias, editada por el Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra, publico una monografía titulada «10 razones por las que RR.HH. necesita un cambio».
Este artículo se suma a las muchas voces que llevan tiempo animando a los profesionales de esta función a que se cuestionen en qué medida sus actuales prácticas de gestión de personas, y el comportamiento de los líderes de sus organizaciones, contribuyen a potenciar las capacidades de las que depende la competitividad de sus empresas en un mundo que está cambiando radicalmente.
El argumento, que ya anticipaba en una entrada publicada en este blog el pasado junio, parte de la constatación de que, a pesar de que el entorno tecnológico, económico y social se transforma a un ritmo vertiginoso, permitiendo nuevos modelos de negocio, exigiendo nuevas fórmulas organizativas, y convirtiendo el capital humano en un factor clave de competitividad, las prácticas de liderazgo y gestión de personas de muchas empresas apenas han evolucionado en las últimas décadas. Una disonancia que afecta negativamente a dos factores de los que depende el éxito de una compañía en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo: su adaptabilidad y su capacidad de innovación.
Por eso creo que ha llegado el momento de que Recursos Humanos revise de manera urgente y profunda el rol que juega en las organizaciones, y el valor que generan sus actividades. Es su responsabilidad, pero también una oportunidad única para que esta función reivindique con sus hechos el papel de “socio del negocio” que durante tanto tiempo ha reclamado, y pilote desde la gestión de personas los cambios que las organizaciones necesitan para competir en ese nuevo escenario.
Podéis leer el artículo completo aquí.
Imagen King County bajo licencia Creative Commons