Un artículo de Gina Ruiz en Workforce Management Online advierte de los riesgos que ocultan los programas de referencia de candidatos, sistemas de incentivos a través de los cuales las empresas recompensan a sus empleados si aportan candidatos para sus procesos de selección.
Estos programas son algo común en las grandes corporaciones multinacionales, pero también los encontramos en un numero cada vez mayor de empresas pequeñas y medianas que se han ido subiendo a este carro. Es cierto que los empleados reclutados mediante este método suelen presentar una mayor afinidad cultural con el resto de la plantilla, lo que facilita su integración al tiempo que reduce la probabilidad de que, a corto plazo, abandonen la compañía. Sin embargo, los programas de referencias de candidatos ocultan un riesgo: que las empresas acaben reclutando clones de sus empleados actuales.
Ya sabemos que la endogamia no es buena. Como sucede con muchas iniciativas en el campo de la gestión de personas, el problema con estos programas es que muchas empresas los ponen en marcha porque el tema está de moda, o porque alguien ha oído que el vecino lo hace y no quiere ser menos; sin pararse a pensar en qué medida encaja con la realidad de la organización y las prioridades de su negocio. Desde luego, no es el método de reclutamiento más recomendable si de lo que se trata es de cambiar la cultura corporativa, o de favorecer la diversidad, la innovación o el pensamiento crítico.
Ahora bien, con esto no quiero decir que los «candidate referral programs» sean algo intrínsecamente malo. Al contrario, hay situaciones que pueden hacerlos recomendables. Además, siempre podemos establecer mecanismos que minimicen algunos de sus riesgos. Por ejemplo, podemos garantizar la diversidad de la base de candidatos fomentando que los empleados vayan más allá de su círculo de amigos y familiares, o estableciendo cuotas que garanticen que determinados segmentos están suficientemente representados.
Imagen Dean Hall bajo licencia Creative Commons.
Trabajé en una empresa que el sistema se habia pervertido tanto que cuando llegó un Director comercial nuevo llego a decir: «En esta empresa no hay un organigrama, hay un árbol genealógico».
¿Qué hizo el departamento de RRHH para evitar la perversión de este método de captación?. Parece que poco quizas por la comodidad que significaba para ellos.
La Universidad es un ejemplo de endogamia mal entendida… En cualquier caso, hay que separar incorporación de candidatos de la evaluación del desempeño que marque la carrera profesional. Hay que tratar de asignarlos una vez incorporados lo más lejos posible de su punto de entrada…
Saludos,
JP
Historias de JP
Me parece un comentario acertado, y estoy plenamente de acuerdo, pero además, de los motivos que citas, Santi, en la cultura pyme hay un desconocimiento importante de la utilidad de las empresas de selección, recurriendo muy frecuentemente al sistema de selección del ¿conoces a alguién para este puesto?.
También estoy de acuerdo con lo peligroso que es emprender acciones de empresa en base a la moda o porque se ha oido que un cliente o un competidor ha hecho algo parecido…he vivido estas situaciones y padecido sus consecuencias nefastas por haber adoptado tácticas importadas que no se alineaban ni con las necesidades estratégicas del negocio ni con la cultura imperante, sin tener en cuenta la lógica evolución que cualquier empresa debe realizar para llevar a cabo ciertas decisiones.
Saludos cordiales,
Sebastián García
¿La fotografía es de personas cuyos padres tienen la misma sangre?