Uno de los fenómenos que más está contribuyendo a la transformación del mundo del trabajo es el desarrollo de las comunicaciones móviles, en concreto la generalización del acceso a internet a través de dispositivos inteligentes como smartphones y tabletas. La velocidad a la que está penetrando esta tecnología no tiene precedentes. Pese a tratarse de un invento relativamente reciente, el número de usuarios que acceden a internet desde esos aparatos ya supera los 1.200 millones en todo el mundo, y se prevé que a final de este año habrá en el planeta más dispositivos móviles que personas. Esos dispositivos están cambiando profundamente la forma en que nos comunicamos y gestionamos las relaciones sociales, y hacen que crezca de forma exponencial el número de personas que viven en un estado de “conectividad” permanente.
El mundo del trabajo no es ajeno a esta realidad, y a diario comprobamos como esa mayor conectividad está provocando cambios sustanciales que afectan a en qué, cómo, cuándo y dónde trabajamos. Así, por ejemplo, cada día nos enteramos de nuevas soluciones que, aprovechando el desarrollo de las comunicaciones móviles, proporcionan a las empresas la rapidez, la flexibilidad, el alcance, la agilidad, e incluso la “inteligencia” que tanto necesitan en un entorno convulso.
Una de esas soluciones es Gigwalk, un innovador servicio que se presenta como la mayor “fuerza de trabajo móvil bajo pedido” del mundo. Este servicio está pensado para aquellas empresas que necesitan, de forma regular o puntualmente, llevar a cabo acciones de campo de manera simultánea en un gran número de lugares. Puede tratarse de acciones orientadas a comprobar la presencia de sus productos en los puntos de venta, ejecutar campañas promocionales, controlar los precios de los productos de la competencia, o valorar de primera mano la calidad del servicio que los empleados de la compañía prestan a sus clientes.
Lo que Gigwalk ofrece a sus clientes es la posibilidad de activar en un tiempo mínimo una multitud de colaboradores (los «gigwalkers») dispuestos a realizar ese tipo de tareas en sus vecindarios a cambio de una pequeña retribución y utilizando como herramientas de trabajo sus propios móviles y una App que está disponible para iOS y Android. A través de esa App los gigwalkers pueden transmitir fotografías, vídeos, escanear códigos, rellenar formularios o encuestar a personas. Las empresas clientes obtienen de este modo en tiempo casi real la información que necesitan del mercado, incluyendo detalles sobre el lugar y la hora donde se llevó a cabo cada trabajo. Los gigwalkers reciben entre 12 y 15 dólares por hora y más que como un trabajo regular los promotores de este modelo lo plantean como una oportunidad para sacarle alguna ventaja económica al hecho de ir por el mundo con un smartphone.
Gigwalk me parece también interesante por cuanto refleja otra de las implicaciones que tiene para la gestión de personas esta nueva forma de trabajar a través del móvil: a pesar de que los gigwalkers son ya más de 315.000 y están repartidos por un territorio amplísimo –más de 6.500 ciudades en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido–, en Gigwalk dicen que saben de sus trabajadores más de lo que ninguna otra empresa ha sabido nunca sobre los suyos.
Esto es debido a que la App a través del cuál los gigwalkers llevan a cabo sus tareas permite a Gigwalk evaluar cómo las realizan y apreciar cualidades tales como su prontitud, su minuciosidad y su eficiencia. Por ejemplo, a través del GPS mide la localización del gigwalker y el tiempo que emplea en su trabajo. De este modo, si dos gigwalkers tienen que realizar una misma tarea y uno tarda la mitad que el otro a Gigwalk le resulta fácil determinar cuál de los dos es más eficiente.
Además, este nivel de cuantificación permite a Gigwalk captar colaboradores y asignarles tareas sin necesidad que medie un proceso de selección convencional. Los gigwalkers únicamente tienen que descargarse el App y apuntarse a la plataforma. Al principio solo les asignan tareas sencillas. Según como las desempeñen el sistema identifica cuáles son las cualidades de cada individuo (rapidez, meticulosidad, etc.) y en función de esas cualidades les va encomendando nuevas tareas cada vez más acordes con su perfil.
En definitiva estamos ante un modelo novedoso que refleja algunas de las tendencias emergentes en el futuro del trabajo. Por algo Fast Company les ha incluido en la lista de las empresas más innovadoras del mundo y Forbes considera Gigwalk como una de las cuatro Apps imprescindibles para las empresas actuales.
Una propuesta de valor que se ve avalada por la buena acogida que Gigwalk está teniendo en el mercado. El número de misiones individuales realizadas a través de este canal ya supera los cuatro millones y, aunque su alcance geográfico se limita a los países antes mencionados, supongo que en poco tiempo les veremos expandirse antes de que surjan competidores que repliquen su modelo en otros rincones del mundo.
Un caso a seguir de cerca.
Imagen Jason Howie bajo licencia Creative Commons